La ubicación es de ensueño, como un buen café argentino; cálida, vibrante y siempre lista para sorprender. Cada mañana despertaba con vistas a las pintorescas calles de Recoleta, como si estuviese viviendo dentro de un cuadro en un museo. El servicio fue tan amable que se sentía como si estuviera en casa, pero con desayuno incluido y sin los platos por lavar.

Un ascensor fuera de servicio.

Habitación amplia y cómoda, con aire acondicionado que no suena nada. Limpieza impecable y atención de los chicos, de diez. Desayuno variado, aunque faltan opciones para celíacos. Ubicación excelente, cerca de todo. Ideal para unas vacaciones en la ciudad. Volvería sin dudarlo.

Nos quedamos en un hotel que estaba muy bien ubicado, cerca de tiendas, parques y restaurantes. La habitación que nos asignaron era amplia y tenía una buena presión de agua en la ducha. había toallas de buena calidad y productos de higiene, lo cual fue un detalle positivo. Además, contábamos con una cocinilla eléctrica y platos, lo que nos permitió comer en la habitación. El personal del hotel fue muy amable y servicial.

El desayuno era básico y no cumplió nuestras expectativas. Los croissants estaban duros y el jugo de mala calidad.

Cómoda habitación con buen colchón.

Todo está bien.